Una sonrisa,
una frase amable,...tienen un gran valor para todos, e intentar
ponerlas en práctica son de gran utilidad para los niños.
Existen muchas
expresiones con las que empezar, sin duda, un buen día: buenos días,
¿qué tal estas?, gracias por el zumo, ¿has dormido bien?, por favor, ¿me pasas una servilleta?, lo siento... ¿Por qué todas estas frases suenan bien a nuestros oídos y reciben una pronta respuesta y una buena disposición de ánimo al que las escucha?
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